Desde que tiene uso de razón, Salin ha estado soñando con un hombre cada luna llena, un hombre que viste ropa tradicional tailandesa. Acompañando su apariencia está el aroma del jazmín que florece de noche. A medida que se acerca el decimoctavo cumpleaños de Salin, el hombre desaparece de sus sueños, de su vida, sin decir una palabra.

Cuando Salin comienza sus prácticas en una empresa gigante, conoce al director ejecutivo Sun Suriyen, la misma persona con la que había pasado la noche anterior.